Boca Juniors y River Plate se medirán el domingo desde las 16.30 en La Bombonera en el superclásico del fútbol argentino, con la necesidad de salvar el año tras un 2025 con rendimientos por debajo de lo esperado para dos de los clubes más populares de Sudamérica.

"Xeneizes" y "Millonarios" transitaron una campaña para el olvido: estuvieron lejos de celebrar en la Copa Libertadores, fueron eliminados precozmente en el Mundial de Clubes y carecieron de alegrías en el torneo Apertura y la Copa Argentina.

Ambos encaran la penúltima fecha de la fase regular del Clausura como una oportunidad para tratar de llegar a las instancias decisivas y, de paso, complicar al eterno adversario.

Liderado por el mediocampista Leandro Paredes y con el delantero uruguayo Edinson Cavani en duda por lesión, Boca defenderá su feudo un poco más aliviado, con su pase a playoffs casi garantizado al encabezar el Grupo A con 23 puntos.

River, con la presencia de varios campeones del mundo argentinos, como Franco Armani, Marcos Acuña y Gonzalo Montiel, suma 21 unidades y es sexto en la zona B. 

Aunque su clasificación a los ocho primeros no parece correr peligro, sí genera preocupación su rendimiento en declive, con apenas una victoria en los últimos seis partidos del Clausura.

La serie de tropiezos llegó a su pináculo en la fecha pasada, cuando el club de la banda roja cayó en casa 1-0 ante Gimnasia, un revés que detonó el enojo de sus hinchas: "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", gritaron en el Monumental.

"No estamos ajenos a la realidad", aceptó el DT Marcelo Gallardo. Los objetivos en 2025 "no fueron como hubiésemos querido", dijo el miércoles al anunciar la extensión de su contrato hasta fines de 2026. 

El "Muñeco" sumó 14 títulos en su primer ciclo en el Millonario, pero en su regreso, desde agosto de 2024, solo acumuló frustraciones.

Pero el técnico sabe que el superclásico, saldado a favor de River en cuatro de los seis últimos cruces, es una gran oportunidad para renacer: "Es un partido bueno para volver a ser".

El juego más esperado del fútbol argentino se presenta además como una pugna vital para garantizar un cupo en la Libertadores 2026, uno de los objetivos máximos de Boca y River cada temporada.

Para asegurarse uno de los tres boletos disponibles, los colosos de Buenos Aires tienen dos opciones: ganar el Clausura o quedar en las primeras posiciones de la tabla anual.

Boca, segundo con 56 puntos, y River, tercero con 52, luchan por el segundo escalón. El primero se lo aseguró Rosario Central. Quien ocupe la tercera casilla deberá jugar un repechaje.

El historial entre "xeneizes" y "millonarios" es ligeramente favorable para los auriazules, que ganaron 92 de 264 cotejos oficiales, contra 88 para los de la banda roja.